martes, 21 de octubre de 2014

Mi mundo...

Como laberinto sin salida...mi mundo gira y cierra sus puertas a lo extraño, a veces, lo extraño me incluye a mi.

Es cierto, mucha gente con la que me crucé a lo largo de mi vida, me llegaron a decir en un momento dado,  cansados de mi indiferencia, de mi mirar hacia otro lado.."no dejas que llegue a conocerte, no das opción a saber si sientes".  Bueno, no respondí, quizá por no decepcionar. 

Siento, evidentemente. Al fin y a cabo,  todos lo hacemos, algunos con más fuerza y pasión que otros, pero todos sentimos y de hecho, nos gusta vernos envuelto en una tormenta de sentimientos.

Simplemente, reconozco que siempre he llevado una coraza encima, una armadura de mucho peso, que con el paso de los años se ha vuelto más pesada y me cuesta, en ocasiones, respirar y ver con claridad.

"¿El por qué de la armadura, si sabes que te cuesta incluso caminar?" No lo sé, o quizá sí. Y ahí reside el problema, mi mundo me expulsa de mi propio yo, de mi propia mente, cansado de tanto divagar, de tanto andar sin un destino claro.

Pero sigo pensando en el sinsentido del destino, en tropezar con la piedra angular que mantiene a flote mi propio mundo. Estoy demasiado acostumbrado al sabor de la incertidumbre, mis pies se acostumbraron al frío suelo de tanto caminar descalzo, ya ni siquiera busco entender el por qué doy vueltas sin sentido, si sé que de este laberinto, la única salida la tapié hace tiempo ya.

Pero por favor, no me digáis que no entendéis mi mundo, pues ni siquiera yo empecé hacerlo...

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