domingo, 2 de noviembre de 2014

Es hora de...

Ha llegado el momento de volar sin alas, de respirar sin pulmones, de no mirar atrás, de cumplir promesas, de alcanzar sueños, de atrapar sentimientos, de cazar sonrisas, de bailar sin tropezar, de amar sin pensar, de reír sin parar...

Sí, ha llegado el momento de ser quien verdaderamente quieres ser. No solo en lo físico, si no en la parte blanda, en la parte oculta que sin embargo es la que más resplandece, la que más ciega y la que más sombras nos produce. Cansados de perseguir falsos sueños, de esperar a falsos profetas, de dormir con los ojos cerrados y el corazón muerto...


Es hora de iniciar una rebelión donde tiemblen los sentidos, donde lloren nuestros enemigos, donde empiecen nuevos caminos elegidos al azar. No es hora de lamentarse, es hora de encender velas en este cementerio donde habitan pocas almas pero demasiados demonios...


Ya está bien de comerse el coco, de poner los retrovisores para mirar atrás, ya está bien de sentirse culpable de la nada, ya está bien de quejarse sin pensar, de adoptar el dolor de la falsedad, de ponerle caras a los sentimientos, de pensar en el que dirán...

Porque sí, aquí y ahora, es el momento de tirar muros y abrir puertas, porque sí, ya está bien de ver las mismas lágrimas caer por el mismo espejo, por culpa del mismo reflejo, porque sí, ya es hora de romper la verdad y creer más en nuestro caminar, porque sí, ya es hora de vivir por vivir, antes de que se nos olvide, antes de que se nos etiquete nuestro respirar, antes de que jueguen con nuestro azar...

Ya es hora de...


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